Después, empecé sin darme cuenta a anhelar tus besos, a desear sentir tu boca y a perderme en sueños entre tus brazos. Pensé en un capricho que pasaría sin cicatrizar, en algo pasajero que pronto se me iba a olvidar.
Pero fue un día en el que nuestros labios se volvieron a besar, cuando pude comprender que me había enamorado.
Poco a poco gracias a tu cariño, mi amor por ti se a echo inmensamente grande, tanto que mi vida es como un hilo que solamente de ti depende.
Por eso hoy quiero decirte que sepas algo que a la cara no podría decirte:
Te he querido, te quiero y te querré hasta la muerte o mas aún: eternamente
No hay comentarios:
Publicar un comentario